Test Genético de Fragmentación Espermática

La fragmentación del ADN espermático, tal y como indica su nombre, se refiere a roturas o lesiones en el material genético del espermatozoide. A mayor número de lesiones, menor será la integridad del material genético y las probabilidades de que se produzca un embarazo a término.

La fragmentación ADN espermático se puede detectar por medio del test de Túnel que mide el daño real y potencial de la destrucción del ADN espermático. Para ello, simplemente es necesario recoger una muestra de semen.

Está indicado en estos casos:

• Esterilidad de origen desconocido tras descartar patología femenina.
• Fallos de fecundación o de implantación repetidos.
• Obtención de embriones de baja calidad tras ciclo de FIV/ICSI.
• Abortos de repetición.
• Edad avanzada del varón.

La recogida de la muestra debe ser por masturbación tras una abstinencia sexual entre 3 y 5 días.

Las causas son varias y pueden ser intrínsecas o producidas por factores externos.

En las causas intrínsecas destacan la maduración incorrecta de los espermatozoides (que provoca un empaquetamiento no adecuado de cromatina nuclear y produciendo lesiones en el ADN) o el fallo en el proceso de selección de los espermatozoides (no eliminando los que tienen lesiones en el ADN y apareciendo espermatozoides fragmentados en el eyaculado).

Por el contrario, entre las causas externas encontramos:

• Daño inducido por radio/quimioterapia
• Episodio de fiebre alta.
• Exposición a elevadas temperaturas.
• Enfermedad inflamatoria aguda y crónica.
• Estrés oxidativo post-testicular.

El seminograma valora otros parámetros de la muestra de semen como la concentración de espermatozoides, la movilidad de éstos o la morfología, pero no tiene en cuenta la integridad del ADN.